jueves, 31 de octubre de 2013

Cañaveral, Mirabel, Monfragüe, Serradilla


Datos de la Ruta:

Ruta: Cañaveral, Casas de Millán, Grimaldo, Mirabel, Monfragüe, Serradilla.

Fecha: 27/10/2013
Km: 70,45Km
Tiempo: 5 Horas
Dificultad: Moderado.
Salida: Cañaveral
Llegada: Serradilla.
Circular: No

Mapa: 





Ruta GPS:

Detalles:



Un día estupendo de ruta por la sierra de Mirabel, la Sierra de Santa Catalina y la Sierra de la Herrera, pasando por todos los pueblos de la zona. Bosques de pinos, bosques de eucaliptos, caminos entre la dehesa extremeña con sus correspondientes cerdos sueltos y praderas verdes por las primeras aguas, todo ello acompañado de algunos sorprendentes puntos de interés que os describiré más adelante.

El día empezó en un lugar mágico y con un significado especial para mí, la estación de trenes de Cañaveral, sus pequeñas casas abandonadas y sus callejuelas con almacenes en ruinas hacen volar tu imaginación por un pasado en el que sin duda, este pequeño poblado, fue un lugar importante para la zona. Es más, una vez cierta persona mayor, a las que siempre es interesante escuchar, me contó que de ella partía la primera carretera extremeña (aunque en realidad eran caminos empedrados) que permitía el transito de los primeros vehículos entre Coria y la estación de Cañaveral. Siendo el mismo trazado que se utiliza en la actualidad. La niebla matutina y el encanto de la estación me dejó un par de fotos estupendas.



Después de ultimar detalles y preparar el GPS empezó mi aventura. A los pocos metros me encontré el primer obstáculo, tras las lluvias de los últimos días el arroyo de Valdemorta tapaba el camino... Los charcos y arroyos siempre te parecen cortos ;-P



Continuamos por el mismo camino el cual no coincide con el GPS puesto que te desvían un poco por las obras del AVE. Fue una lástima que a esas horas todavía no hubiera levantado la niebla puesto que la obra del puente, a la altura de Cañaveral, es impresionante como se puede ver desde la autovía. Siguiendo por el camino de los guardias y cruzar las vías del tren llegas a la finca de las Muñas donde te llaman la atención las casas de piedra abandonadas. Ya sabéis que soy un apasionado de las piedras caídas y de los lugares con historia.





A los pocos metros siguiendo el camino tuerces a la derecha por la pista de Hinojal-Casas de Millán la cual está muy bien, exceptuando algunos baches sueltos que impiden ir a todo gas. La pista finaliza en la estación de Casas de Millán donde el camino se convierte en una carretera asfaltada en mal estado.




Pasando el pueblo llegas a una de las paradas previstas, la Iglesia de San Nicolás de Bary pero era la hora de salida de misa y la puerta de la iglesia estaba inundada de feligreses que se quedaron mirándome con la misma cara que un lugareño mira a un forastero en moto. así que decidí continuar sin parar.

El camino que enlaza Casas de Millán con Grimaldo, al contrario de lo que indica el Sigpac, está en muy buen estado. Tiene unas grandes vistas de los pueblos cercanos. La idea inicial era llegar hasta el alto y girar a  la derecha por las pistas que van a mitad de la Sierra del Zapatero, pero una puerta candada y casi fortificada en los laterales limitaba el acceso. Junto a ella un cartel  indicaba "Coto privado, prohibido el paso", raspado a navaja en la chapa justo debajo ponía "El coto es tuyo la pista NO, hijo de puta!". Yo pensé lo mismo... Tras buscar información en el IDE Extremadura da la sensación de que el camino es público pero no puedo confirmarlo puesto que la web con las capas WMS no está funcionando. En fin, visto que no podía continuar por donde tenia previsto me vi obligado a bajar a Grimaldo e intentar llegar a Mirabel por otro camino.




Pues bien siguiendo uno de los caminos a la derecha de la N-630, y sin tener muy claro donde iba, me encontré uno de los mejores lugares que he visto últimamente, tengo que decir que no llevaba el waypoint marcado en el GPS y aunque había visto en panoramio que estaba cerca de esa zona no podía ni imaginar que fuera tan impresionante. El sitio del que os hablo es el Convento Moheda. Los prados verdes y la dehesa que rodea el lugar dan, si cabe, más encanto al lugar. Al llegar dejé la moto cerca de una casa cercana y rápidamente salió el propietario con malos humos diciéndome que había entrado en una propiedad privada. Tras hablar un rato con él y disculparme, al final me permitió ver el convento. Tengo que decir que muy cerca tiene un camino que es público, une Torrejoncillo y Mirabel pero me indicó que estaba en mal estado incluso para ir caminando. Casi siempre suelo hacer caso a la gente de la zona que me da indicaciones pero esta vez, a pesar de los consejos, intenté continuar por el camino indicado y realmente estaba anegado y no pude continuar. A la vuelta intenté de nuevo llegar a la pista de la sierra y otro candado impedía el acceso. Sin más opción, me vi obligado a llegar a Mirabel por carretera. Una vuelta de 23 Km por asfalto que cortó un poco el ritmo de la ruta.








El salto por asfalto me llevó al castillo de Mirabel, unas vistas muy buenas de  la zona. El castillo en sí no tiene mucho misterio, aunque conserva los sótanos. Desgraciadamente lo están reformando con metal en vez de utilizar piedra, para mí una equivocación, pero bueno. Por cierto, es necesario colarse por un lateral puesto que tenían la puerta cerrada con llave. A mi favor decir que no fui el único que pasé durante el rato que estuve allí.




A partir de este punto es donde empieza la verdadera aventura. Volví a bajar del castillo y continué por los caminos de la ladera de la Sierra de la Herrera los cuales empezaron en muy buen estado pero poco a poco fueron empeorando y estrechándose. Tras cruzar la cresta de la sierra, la cosa no mejora, caminos muy bacheados a la sombra de eucaliptos. A unos kilómetros hay que bajar por un cortafuegos, un poco peligroso pero con un poco de tiento bajas bien.




Siguiendo la ruta, tras abrir una cancela, entras en el cielo. Soy un gran apasionado de los bosques y llevaba tiempo sin ver unos pinares tan bellos y poblados. Aunque tenía una ruta programada decidí improvisar y dejarme llevar por los infinitos caminos que se entrecruzan y siempre acaban en pinares. Son pistas increíblemente buenas, la belleza del entorno no te permite ir deprisa, ni falta que hace.







A medio día llegué a Serradílla, como todo el mundo dice que hay que ver el Cristo, pasé por la iglesia pero me quedé en la puerta.


Y hasta aquí mi ruta de hoy... hasta la próxima!

martes, 22 de octubre de 2013

Cáceres, Torreorgaz, Botija, Plasenzuela, Trujillo.

Datos de la Ruta:

Ruta: Cáceres, Torreorgaz, Botija, Plasenzuela, Trujillo.

Fecha: 20/10/2013
Km: 67,8Km
Tiempo: 4 Horas
Dificulta: Moderado.
Salida: Cáceres
Llegada: Trujillo.
Circular: No

Mapa: 


Ruta GPS:



Detalles:

Hoy tras varias semanas sin salir me he lanzado con mi "Azagala" de nuevo a las andadas. Ha sido de esas pocas salidas en las que he respetado el GPS de principio a fin sin encontrarme ninguna cancela con candado, ningún camino cortado, ni ningún tramo intransitable. La ruta en sí es tranquila con pistas rápidas y caminos anchos exceptuando algunos puntos, que marco en el mapa como complejos, el resto se hace sin problemas. Las aguas ya empiezan a embarrar los caminos y aunque por lo general se pasa bien por casi todas las zonas de charcos hay que andarse con ojo puesto que el barro de esta zona es muy, muy resbaladizo y me generó más de un susto. La ruta es 99% off road, quitando tres pequeños tramos al atravesar pueblos o el puente de la CC-93 por no existir ruta alternativa (o no haberla encontrado).

La ruta empieza pasado el cruce de Sierra de Fuentes en una pista que sale a la izquierda. No es necesario decir que esta misma ruta se puede empezar desde el camino de los juzgados y hacer la ruta de puerta a puerta, pero yo ese tramo ya lo he pasado un par de veces y decidí evitarlo. Si estáis interesados en hacer la ruta completa podéis complementarla con la del embalse del Salor.

Los primeros caminos son rápidos y anchos con algunos charcos sueltos pero se puede ir sin miedo puesto que no había demasiado barro. Poco a poco el paisaje se va tornando desértico y sin un sólo árbol donde buscar sombra. En algunos puntos pude ver como ya la hierba empieza a verdear muy tímidamente pero el color aún sigue siendo el amarillento característico de los Llanos. Al llegar a la finca de Madrilejo puedes ver un chozo impresionante en medio de los llanos, tuve la tentación de acercarme pero ya había visto varios cazadores por la zona y no quería ni molestarlos ni jugarme el pellejo. Si hacéis la ruta fuera de la época de caza os recomiendo una parada.






El camino continúa sin problemas y respetando el paisaje de "secarral", los charcos sueltos y los caminos anchos hasta llegar a Torremocha.

Cuando llegué a Torremocha vi en el GPS que había varios puntos de interés marcados, así que decidí desviarme un poco de la ruta y acercarme a verlos. La verdad es que la visita mereció la pena. El antiguo puente y el molino de la cola del Embalse del Gallo. Hay que dejar la moto a pocos metros del puente y hacer los últimos metros andando.







Para no hacer un feo a la ruta original decidí volver al punto donde dejé la ruta y continuar desde aquí.

Pasado Torremocha el paisaje empieza a mejorar y a convertirse poco a poco en dehesa. A la altura de la Dehesa de la Pizarra al torcer una curva a derecha te encuentras un magnífico chozo de piedra con el tejado hundido que merece una parada y disfrutar del entorno que ya empieza a verdear.





Continuando tras varias porteras llegas a la carretera CC-99, tuerces a la derecha y sigues por ella un par de kilómetros. A la izquierda llama la atención una ermita cerca del río me acerqué para hacer unas fotos pero a una vaca asesina no le gustó mi presencia y se me encaró, salí de allí pitando, pero no sin pararme en las impresionantes porqueras que plagan la Dehesa Boyal de Botija. Muchas de ellas todavía conservan el tejado de arena. Por desgracia no vi ningún cerdo suelto.



Siguiendo el camino llegas al puente del Río Tamuja, junto a un antiguo molino y el río serpenteante hacen que el entorno sea espectacular. Continuando la ruta llegas al antiguo castro de Botija. Las ruinas han estado más cuidadas en el pasado, pero el entorno, al igual que en el puente, es impresionante. Merecen la visita y el paseo puesto que varios carteles indican la prohibición de paso de vehículos, aún así se veía más que claro que la gentes de la zona llegan hasta el mismo castro en coche.








Siguiendo la ruta decidí intentar no volver por carretera y giré a la izquierda pasando por una impresionante dehesa repleta de jara. Por el camino llegas sin problema a Botija, una vez aquí decidí dar una pequeña vuelta al pueblo, sin que sirva de ofensa para los Botijanos, no encontré nada interesante.


Si sigues la ruta pasas por un camino estrecho y embarrado que requiere todos los sentidos. Poco a poco los caminos van mejorado hasta llegar a las mejores pistas de la ruta, pasando Plasenzuela.




El último tramo una vez llegados a la Cañada de Montánchez es el que más me ha gustado. Tiene un par de tramos bastante técnicos. El camino te sorprende con varios puentes y no podrás evitar hacer diversas paradas para disfrutar del paisaje. A mitad de este tramo empiezas a ver Trujillo al fondo y mientras te vas acercando vas pensando "llego sin pisar carretera seguro".




Justo antes de llegar a Trujillo te encuentras con el peor tramo, una subida por canchales muy mala, pero con un poco de maña pasas sin problema.



Y por fin llegas a Trujillo con unos escasos dos km de asfalto.